Crónica de un sueño hecho realidad

Time to celebrate 14.06.13

El tiempo fue tan corto y tan intenso, que no hubo tiempo de transmitir cada día a través de esta página todo lo que los 37 integrantes del Coro Santiago Gospel vivieron la semana pasada en Stuttgart, Alemania, en el Encuentro Internacional de Coros Gospel «time to celebrate».

La espera  y el esfuerzo valieron la pena y sin duda fue un tiempo de celebrar a concho: cantando, rezando, compartiendo, contemplando, encontrándose, pasándolo bien. Desde el primer día, con la acogida en el aeropuerto de Frankfurt y luego en la Nikolauskirche, fue para los chilenos difícil expresar en palabras el agradecimiento a los anfitriones, los coros Gospel im Osten y Gospel in St. Veit, quienes con tremenda dedicación y cariño lograron que la organización fuera tan buena, como para olvidarse de los detalles prácticos y así poder concentrarse en disfrutar y dejarse regalar.

Y cuántos regalos! Desde las familias de acogida, que dedicaron parte de su tiempo a acompañar y a conocer más a sus invitados, pasando por excursiones a ciudades como Tübingen y Heidelberg, la visita a los viñedos de Stuttgart, al Museo de la Mercedes Benz, y al centro histórico,  hasta un culto ecuménico y dos conciertos apoteósicos que pondrán la piel de gallina cada vez que se les vuelva a recordar.

Todo ello, para hacer del Gospel una fiesta y un tiempo para celebrar, con todos y para todos. Un lugar libre donde llegar, llegar a casa. Porque así se sintió durante los ensayos, donde cada día se reunieron más de 500 personas para hacer temblar con ritmo, música y alegría, las paredes y el piso de la Friedenskirche. Un espacio de respeto mutuo, de cordialidad, de amor y también de concentración, ya que el repertorio de canciones era largo y los chilenos, al contrario de los alemanes y suizos, no habían ensayado muchas de las canciones que se cantarían en los conciertos.

Aunque siendo el grupo más pequeño los chilenos se hicieron notar, no sólo por el hecho de que donde estuvieran la fiesta terminaba en canto, baile, llanto o risas, sino también por su aporte concreto a la organización del evento (Andrea Scheffelt apoyó espontáneamente desde el segundo día con la traducción al español y Francisco «Pancho» Ríos acompaño desde el primer día a los músicos en la percusión).

Igualmente, el director de Santiago Gospel, Jon de Lasa, tuvo la oportunidad de dirigir «He Reigns» y con ello dar prueba de que el paso a la derecha, izquierda, derecha, también resulta con los alemanes más tiesos…

Por ahora sólo queda decantar y volver a revivir en recuerdos los hermosos momentos vividos con los hermanos suizos y alemanes. Así es, ahora nos sentimos parte de una gran familia y con ello parte de un plan que Dios soñó hace un tiempo atrás y que la semana pasada en Stuttgart se sintió como si el cielo hubiera bajado a la tierra.

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